Seguridad Industrial
La electricidad es una parte tan común de nuestras vidas que es fácil olvidar los peligros asociados con su uso. La falta de respeto hacia esos peligros trae como resultado un número elevado de muertes por electrocución en el trabajo y en el hogar. Los choques eléctricos lo suficientemente fuertes como para matar a una persona ocurren cuando la corriente de la electricidad viaja a través del cuerpo, especialmente cerca del corazón.
El choque eléctrico también puede causar:
• dolor intenso
• daño a los nervios, músculos o tejidos
• sangrado interno
• pérdida de la coordinación y control muscular
• paro cardíaco.
La electricidad siempre fluye a través del camino que ofrezca la menor resistencia. El cuerpo humano presenta poca resistencia a las corrientes eléctricas debido a su alto contenido de agua y electrólitos. Las siguientes condiciones se aprovechan de las buenas propiedades de conducción del cuerpo humano y pueden causar electrocución:
• el contacto con cables o alambres que no estén debidamente aislados; • el contacto directo con conductores eléctricos tales como cables eléctricos
• tocar un artefacto cargado con electricidad con las manos mojadas o mientras está parado en agua
El flujo de la corriente eléctrica corriendo a través del cuerpo puede causar quemaduras graves internas y externas. Más aún, las severas quemaduras termales externas frecuentemente son el resultado del contacto directo con equipo recalentado por una corriente eléctrica. Los circuitos o equipos sobrecargados pueden causar incendios o explosiones, especialmente si ocurren en áreas donde se almacenan substancias explosivas o inflamables.
Elementos de protección
Vestuario de protección
Para la protección del cuerpo frente a los riesgos térmicos derivados del arco eléctrico mediante el uso de vestuario de protección, actualmente no existe ninguna norma armonizada específicamente desarrollada para definir los requisitos que debe cumplir la ropa de protección frente a los efectos térmicos del arco eléctrico.
Por ello, este tipo de ropa suele evaluarse según la norma de protección contra calor y llamas: EN ISO 11612:2015, a la que adicionalmente se le somete a los ensayos previstos en la norma IEC 61482-2:2009; norma ésta que pese a no ser armonizada, está específicamente destinada a la ropa de protección contra los efectos térmicos del arco eléctrico.
Protección de manos y brazos
Actualmente no existe ninguna norma armonizada específicamente desarrollada para la protección de las manos y brazos del usuario frente a los riesgos térmicos del arco eléctrico. Para la evaluación de la conformidad de este tipo de protecciones, se suele seguir el mismo criterio que el aplicado para la ropa de protección contra los efectos térmicos del arco eléctrico. En la actualidad el CENELEC/TC 78 está trabajando en el desarrollo de una norma específica para guantes de protección contra los efectos térmicos del arco eléctrico.
Calzado de seguridad.
Los zapatos son obligatorios para evitar daños producidos por cables, conexiones eléctricas, resbalones, etc. Además deben proteger al pie de la humedad y las sustancias calientes. En el caso de los electricistas, deben utilizar calzado dieléctrico, sin punta y/o suela de acero. Sin nada metálico y a poder ser, de cuero.